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Aparte de todo esto, surgen muchos más cambios en el rol docente respecto a los aspectos espacio-temporales. La comunicación cambia por completo, ya que el face to face es sustituido por entornos virtuales no presenciales, destacando la virtualidad y los grupos colaborativos. Las estrategias metodológicas se vuelven mucho más participativas y dinámicas que las tradicionales y, como veníamos diciendo hasta ahora, el docente se convierte  principalmente en un facilitador de contenidos.

 

Desde nuestro punto de vista, consideramos que supone mucho más esfuerzo e implicación por parte del profesorado, todos estos roles mencionados, que el llegar a una clase, tener todo previsto y planeado, y otorgar unos apuntes teóricos. Claro está que el aprendizaje significativo que conseguimos con un modelo y otro es indiscutible, porque no es lo mismo explotar al máximo la actitud crítica de los pequeños/as que convertirlos en personas pasivas sin voz ni voto. Por ello, hay que promover una metodología activa, participativa, basada en un uso reflexivo y realista de las TICs.

 

“Por ello podemos finalizar nuestra aportación incidiendo en el hecho de que el docente ha dejado de ser el elemento fundamental de referencia del proceso de E-A puesto que era el principal, y a veces único, poseedor de la información y de los conocimientos para pasar a ser guía y facilitador. Lo más importante será lo que los alumnos son capaces de aprender no lo que nosotros como docentes podemos enseñar.” (Lutfi et al., 2001, 19).

 

Por otra parte, también tenemos que hablar de los nuevos contenidos formativos que exige ese nuevo perfil docente, del que hemos venido hablando hasta ahora. Así, para poder desarrollar estas funciones, tal y como señalan Lutfi et al. (2001), las tres dimensiones fundamentales a tener en cuenta son:

 

  • Saber (Dimensión cognitiva-reflexiva).

  • Saber hacer (Dimensión efectiva).

  • Saber ser (Dimensión afectiva).

 

Pero también es importante tener en cuenta la:

 

 

 

- Capacitación y motivación del profesorado para el diseño e implementación de procesos formativos innovadores basados en las TICs. No es lo mismo un docente que tenga ganas de trabajar, que uno que tenga una actitud apática hacia las mismas y no quiera extraer el máximo provecho de ellas, ya que los resultados serán totalmente diferentes.

 

- Formación constante y actualizada del profesorado, para dar respuestas a un mundo que está en absoluto cambio y actualización.

 

- Competencias Tecnológicas, es decir, saber utilizar las herramientas de la Web 2.0. Es necesario en este sentido, disponer de una formación tecnológica e instrumental: conocimiento de las redes, del uso de materiales y periféricos, contenidos de ofimática, estrategias de comunicación, etc.

 

- Competencias Didáctico-Curriculares. Adaptar esas Nuevas Tecnologías a las demandas pedagógicas de los alumnos/as para poder lograr aprendizajes significativos. Hay que tener claro que no todo vale porque, por ejemplo, ante dos vídeos educativos que tratan la misma temática, uno será más motivante y didáctico que otro y es responsabilidad del docente tener una actitud crítica y decisiva. De ahí que el profesorado tenga que tener la suficiente capacidad de evaluar y seleccionar los recursos adecuados.

 

Estas dos últimas competencias (Tecnológica y Didáctico-Curricular) , se resumirían en la capacidad para usar didácticamente las TICs en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

 

Por otra parte, desde nuestro punto de vista, hay ciertos espacios online para la formación de docentes que ofrecen infinidad de recursos, materiales curriculares, opiniones, artículos, vídeos didácticos..., que pueden servir de formación a los docentes en un mundo de entornos tecnológicos. Con solo pulsar una tecla, tenemos mil recursos de formación a nuestra disposición.  Entonces, ¿Por qué no acceder a ellos? Si vivimos en la Era Digital, ¿Por qué ignorar todos estos espacios que pueden resultarnos eficientes para los  procesos de enseñanza-aprendizaje? A continuación, se ofrecen algunos espacios online para la formación de docentes, que nos parecen muy interesantes y completos:

 

 

 

 

 

 

Finalmente, hemos elaborado un esquema que resume la formación del profesorado en TIC:

 

 

 

 

Esquema 3. La formación del profesorado en TIC (elaboración propia). 

  • Referencias bibliográficas:

 

-  Llorente, M. del C. (2008). Aspectos fundamentales de la formación del profesorado en TIC. Pixel-Bit: Revista de medios y educación, (31), 121-130

 

- Lutfi, T., Gisbert, M., & Fandos, M. (2001). El Ciberprofesor Formador en la aldea global. Tarragona: U. Rovira i Virgili. Recuperado a partir de http://tecnologiaedu.us.es/cuestionario/bibliovir/202.pdf

 

- Pérez, R., Álvarez, C., del Moral, E. & Pascual, A. (1998). Actitudes del profesorado hacia la incorporación de las nuevas tecnologías de la información en educación. En M. Cebrián de la Serna (Coord.). Recursos tecnológicos para los procesos de enseñanza y aprendizaje. (pp. 147-167). Málaga: Pirámide Rangel, A. & Peñalosa, E.A. (2013)

 

- Tejedor, F. J., García-Varcárcel, A., & Prada, S. (2009). Medida de actitudes  del profesorado universitario hacia la integración de las TIC. Comunicar: Revista Científica de Educomunicación, 17(33),  115-124

 

-  Villalustre, L. & del Moral, M. E. (2010). Innovaciones Didáctico-Metodológicas, en el Contexto Virtual de Ruralnet y Satisfacción de los Estudiantes Universitarios. Revista Iberoamericana  sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 8(5), 69-81

 

 

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